7.3. La producción del espacio urbano residencial. Efectos
selectivos:
La producción de espacio urbano debe atender
una demanda diversificada principalmente residencial, pero también industrial,
comercial, para infraestructuras... En función de las condiciones de ocupación
establecidas en el PGOU o en los planes parciales elaborados al efecto se puede
hacer una selección de los ocupantes. En los últimos 20 años el espacio urbano
residencial que se ha generado en El Puig duplica con creces el que existía con
anterioridad, pero su ocupación humana es menos de la mitad que la del espacio
más antiguo lo cual unido a las características de las edificaciones de los
nuevos barrios da una idea del tipo de población que se ha instalado en ellos.
El problema es que parte de la población
residente que quiere independizarse del hogar paterno, formar un hogar o
simplemente acceder a una vivienda más moderna, no tiene la capacidad económica
para hacerlo. Las estrategias para superar esta situación han sido diversas,
desde reconvertir casas de pueblo en dos o más viviendas hasta la reforma
integral de pisos viejos cuyo precio de compra no guarda ninguna relación con
su calidad. Pero lo más preocupante, sin duda, han sido las salidas hacia
municipios vecinos con una oferta de viviendas más asequible, en alguno de los
cuales el ayuntamiento ha llegado a asumir el papel de los promotores para
atender a este segmento de población. En El Puig, a pesar del color político de
su ayuntamiento en todos estos años, sólo se ha satisfecho la demanda más
solvente con lo cual se ha provocado un proceso de sustitución de jóvenes
residentes que no pueden formar familias en su pueblo por familias de clase
media/alta, proceso que no ha sido tan notorio por la intensidad de la llegada
de nuevos residentes.
En
las figuras 37 y 38 podemos observar la evolución del precio[1]
del m2 de solar en el Casco
Antiguo y en Ciudad Jardín. La
curva de tendencia en el barrio más antiguo tiene un comienzo en valores más
altos que la de Ciudad Jardín, pero
con el paso del tiempo el ritmo de crecimiento en el primero es decreciente
mientras que en el segundo de los barrios es ligeramente creciente. Los
coeficientes de correlación al cuadrado (R2) entre precio y año de
compraventa nos muestran el ajuste de los valores a la curva de tendencia casi
perfecto en Ciudad Jardín pero en el Casco Antiguo la mayor heterogeneidad de
las formas y de los espacios internos donde se ubican los solares así como
algunas circunstancias especiales como la necesidad o el interés por la venta o
la compra hace que existan valores muy dispares.
En las figuras 39 y 40,
referidas a viviendas unifamiliares, los ajustes a la línea de tendencia son
menores lo cual es lógico ya que las características arquitectónicas de las
viviendas tienen mucho peso en el precio así como la localización y la edad de
las construcciones.
En general se
alcanzan mayores precios en Ciudad Jardín
que en el Casco Antiguo y las
tendencias, muy ajustadas a una línea recta, con ritmos de crecimiento
ligeramente creciente en Ciudad Jardín y
ligeramente decreciente en el Casco
Antiguo, son más al alza en el barrio más reciente como se advierte en la
mayor pendiente de esa casi recta de
tendencia. Podemos ver la evolución de los precios referida a cinco
viviendas que han cambiado de propietario dos veces en este tiempo donde se dan
incrementos anuales entre el 10 % y el 16 %. En la figura 41 vemos la evolución
del precio de los pisos[2]
nuevos o no, el último valor corresponde al nuevo barrio de La Estación donde se han construido
edificios de vivienda colectiva que han exigido una modificación de la
ordenación pormenorizada de este sector como respuesta del ayuntamiento a la
escasez de viviendas más baratas, el problema es que son edificios de ocho
plantas con una estética más libre.